Tabla de contenido
¿Qué temperatura debe tener un compost?
– Temperatura: El proceso debe llegar hasta los 50-70ºC. Debemos notar que el montón está caliente e incluso podemos ver que desprende vaho. – Oxígeno: Los organismos que actúan en el proceso de compostaje son aeróbios, por lo que necesitan oxígeno.
¿Cómo mover la composta?
Mueve la composta con frecuencia a fin de asegurar que el aire circule adecuadamente. Esto acelera el proceso de descomposición, al alentar el crecimiento de bacterias y hongos benéficos. Mover la composta con frecuencia también ayudará si quieres acelerar el proceso o si la pila de composta tiene un olor fuerte.
¿Cómo mantener el compost?
Cuidar de la composta
- Mantén la composta húmeda. Para que los materiales biodegradables se descompongan rápido, deben estar en contacto con la humedad.
- Ayuda a calentar la pila de composta.
- Mezcla la composta.
- Revuelve la pila una vez cada 1 o 2 semanas.
- Determina si la composta está lista.
- Utiliza la composta.
¿Cómo secar el compost?
Airea mediante volteos con una pala o rastrillo. Hay que permitir que entre oxígeno a la mezcla. Para contrarrestar el exceso de humedad puedes añadir materiales secos o bien dejar abierta la tapa del compostador si hace Sol. Ello permitirá que se sequen los residuos.
¿Cómo controlar la temperatura en el compostaje?
Durante el proceso de compostaje hay que controlar la temperatura. En las primeras fases del proceso la temperatura debe alcanzar valores próximos a los 65°C. No debe superar valores mayores, ya que pueden morir muchos microorganismos.
¿Cómo se obtiene el compost?
El compost es un abono orgánico, obtenido a partir de la descomposición controlada de la materia orgánica.
¿Cuáles son los beneficios del compost?
El compost garantiza a las plantas una reserva de sustancias nutritivas, favorece la absorción y retención de agua, facilita la circulación del aire y limita los cambios bruscos tanto de temperatura como de humedad.
¿Qué es el compostaje?
El compostaje es un proceso biológico que es realizado por los microorganismos (hongos, bacterias, etc.) y otros organismos de mayor tamaño (lombrices, pequeños insectos, etc.). La actividad de los organismos hace que se eleve la temperatura de los materiales alcanzando valores altos que no deben superar los 65-70°C.