¿Qué son las bombillas CFL y cómo funcionan?

Las bombillas CFL funcionan mejor y ofrecen mayor eficiencia en lugares donde las luces permanecen encendidas durante periodos prolongados. Disponibles con las formas, los tamaños y los casquillos habituales, ofrecen un amplio abanico de temperaturas del color, incluida la luz blanca suave o la luz diurna natural.

¿Cómo funcionan las bombillas LED?

Según el Lighting Research Center , las bombillas LED funcionan al unir las corrientes con una carga positiva y negativa para crear energía liberada en forma de luz. El resultado es una fuente rápida de luz que es confiable, instantánea y capaz de atenuarse.

¿Cuál es la diferencia entre una bombilla CFL y una Led?

Una única bombilla CFL y LED puede tener la misma salida de luz (brillo) pero varía mucho en la cantidad de energía necesaria para generar ese nivel de brillo. Muchas bombillas LED en el pasado no eran omnidireccionales, lo que le dio la ventaja a CFL en varios escenarios.

¿Cuánto dura una bombilla led?

Según Consumer Reports , las bombillas LED pueden durar entre 20,000 y 50,000 horas, o hasta cinco veces más que cualquier bombilla comparable en el mercado. Pero esa combinación de eficiencia y durabilidad históricamente ha tenido un costo. Los LED cuestan más dinero que las lámparas fluorescentes compactas y las bombillas incandescentes.

¿Cómo se reciclan las bombillas?

El proceso de reciclaje de las bombillas comienza separando los materiales que las forman. El mercurio y el polvo fluorescente se separan siguiendo un proceso de destilación, para posteriormente almacenarse de forma segura.

¿Cómo reciclar las bombillas de filamentos?

Las bombillas de filamentos son las típicas de las instalaciones antiguas y son poco eficientes. No es posible reciclarlas, por ello debemos tirarlas al contenedor de deshechos, nunca en el de vidrio. Las bombillas halógenas están compuestas por vidrio, filamentos de metal y diferentes gases, por lo que es imposible reciclarlas.

¿Es posible reciclar las bombillas halógenas?

No es posible reciclarlas, por ello debemos tirarlas al contenedor de deshechos, nunca en el de vidrio. Las bombillas halógenas están compuestas por vidrio, filamentos de metal y diferentes gases, por lo que es imposible reciclarlas. De hecho, desde septiembre de 2018 está prohibida su venta.