¿Qué hacer cuando pierdes los nervios con tu hijo?
Consejos del método Montessori para no perder los nervios con los hijos
- Analiza qué es lo que te da miedo.
- Cuando veas que no puedes más, visualiza un lugar que te haga sentir bien.
- Anota en una lista todas las cosas buenas que sabes que te van a pasar ese día.
- Anticípate a la situación que te hace perder los nervios.
¿Cómo hacer para no perder los nervios?
¿Cómo controlar el nerviosismo?
- Aprende a respirar. Cuando estamos nerviosos nuestra respiración se agita, se vuelve entrecortada y nos resulta más difícil inhalar.
- Conecta con la naturaleza.
- Practica técnicas de relajación.
- Haz deporte.
- Recurre a la meditación.
- Cuestiona tus pensamientos.
¿Cuándo se pierde la paciencia con los hijos?
Para saber qué hacer cuando se pierde la paciencia con los hijos es necesario hacerse amigo de ellos, esto con el propósito de que los niños no tengan temor de decir lo que sienten o piensan. Ya que en muchas ocasiones no se necesita un correctivo, sino ayuda para poder salir de una situación complicada.
¿Cómo controlarme cuando me enojo con mis hijos?
Estrategias para controlar la ira
- Establece límites antes de enfadarte del todo. El problema está dentro de ti, no en tu hijo.
- Cálmate antes de actuar. Encuentra una forma que te ayude a descargar la tensión interna como reír, respiraciones profundas, pasear…
- Sal del lugar.
¿Cómo dejar de gritar y pegar a mi hijo?
Pero ¿Cómo conseguimos dejar de gritar?
- Adquirir un compromiso.
- Nuestro trabajo como padres es controlar nuestras emociones.
- Recordar que los niños deben actuar como niños.
- Dejar de reunir leña.
- Ofrecer empatía cuando tu hijo expresa cualquier emoción.
- Trata con respeto a tu hijo.
- Cuando te enojas, STOP.
¿Cómo ser más paciente y tolerante con mis hijos?
13 claves para educar a los niños en la tolerancia
- Predicar con el ejemplo.
- Corregir nuestras propias actitudes.
- Demostrar respeto hacia los demás.
- Vigilar qué ven, leen y escuchan.
- Supervisión también en Internet.
- Responder a sus preguntas de manera honesta.
- Reconocer las diferencias dentro de la propia familia.
¿Como no gritar más a mis hijos?
¿Qué pasa si grito mucho a mi hijo?
Ese miedo hace que los niños pierdan la confianza en sus padres y, por ende, el deseo de interactuar con ellos. Gritar no solo implica subir el tono de la voz. “El grito implica un abuso de poder que descalifica a los niños, los intimida, los humilla y les genera sentimientos de inferioridad y culpa”, explica Orjuela.