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¿Qué es el impulso y sus consecuencias?
La impulsividad es un rasgo de la personalidad caracterizado por la reacción rápida, inesperada y desmedida ante cualquier situación. Se trata de una condición por la cual la persona no puede controlar los impulsos, las tentaciones o los deseos que siente y actúan sin tener en cuenta las consecuencias de sus actos.
¿Qué consecuencias trae la impulsividad?
En el caso concreto de niños y adolescentes, la impulsividad está implicada en problemas como el trastorno por hiperactividad y déficit de atención o la lectura, que, a su vez, generan problemas de aprendizaje y fracaso escolar (Harmon-Jones, Barratt & Wigg, 1997).
¿Cuáles son las causas de la impulsividad?
Factores de Riesgo:
- Ser hombre.
- Ser joven.
- Tener una enfermedad mental preexistente.
- Antecedentes familiares de enfermedades mentales.
- Antecedentes personales o familiares de adicción y abuso de sustancias.
- Exposición crónica a la violencia y la agresión.
- Ser víctima de algún tipo de abuso o abandono.
¿Cuáles son los impulsos emocionales?
Un impulso se caracteriza por ser algo que todas las personas viven o sienten en algún momento a lo largo de su vida, y se trata de llevar a cabo una acción de forma emocional o, por decirlo de otra forma, hacer algo “sin pensar”.
¿Cómo vivir con una persona impulsiva?
Las mejores tácticas profesionales para tratar con personas…
- Escucha.
- Mantén la calma.
- No juzgues.
- Sé respetuoso.
- Busca el motivo oculto de su comportamiento.
- Busca cómplices que te ayuden.
- No le recrimines su comportamiento.
- No le des la razón como a los locos.
¿Quién controla los impulsos?
Es la porción más grande del encéfalo y está formada por dos hemisferios (o mitades). El cerebro controla los movimientos voluntarios, el habla, la inteligencia, la memoria, las emociones y procesa la información que recibe a través de los sentidos.
¿Qué puedo hacer para controlar mis impulsos?
¡Supéralos de forma efectiva!
- Identifica el momento y origen de los arranques de impulsividad.
- Revisa tus emociones: enojo, tristeza, miedo, desesperación.
- Date un tiempo fuera.
- Crea un espacio para recapacitar y pensar en las consecuencias que traerá tu comportamiento, ya sean positivas o negativas.