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¿Cuándo podar los perales?
Los árboles de pera se podan cuando están en latencia, pero al menos un par de semanas después de la última helada (de febrero a marzo en la mayoría de los casos). No se debe podar cuando las hojas se están desarrollando (las ventosas o los brotes del agua están excluidos, se deben quitar tan pronto como sean vistos).
¿Cuándo se pueden podar los frutales?
El mejor momento para podar los frutales es después del período de reposo o dormancia, al final del invierno, antes de la brotación primaveral cuando la savia ascendente ya está hinchando las yemas.
¿Cuándo regar peral?
Requisitos de Agua del Peral Como segunda regla general, en regiones donde no hay precipitaciones frecuentes, es necesario irrigar los árboles una vez por semana desde la primavera hasta el otoño (abril – mayo a octubre).
¿Cuál es el mejor momento para podar los perales?
Por regla general, el mejor momento para podar los perales es a principios de la primavera, antes de que el árbol recupere su actividad y si es que ha desaparecido el riesgo de heladas. Esto permitirá una menor perdida de sabia, y al ser una época cercana a etapas de crecimiento las heridas comenzarán pronto a cicatrizar.
¿Cuáles son las herramientas que necesitas para la poda de un peral?
Las herramientas que necesitarás para la poda de un peral no salen de las clásicas que siempre recomiendo en cualquier frutal. La selección de una u otra dependerá en gran medida de aspectos como la edad/tamaño de la planta y el el tipo de poda que vas a llevar a cabo. Tijeras de podar. Motosierra. Escalera o andamio.
¿Cuánto mide la hoja del Peral?
Las hojas del Peral pueden medir hasta 10 cm de largo, suelen ser de un haz verde obscuro muy brillante y un pecíolo amarillo, logrando un bonito contraste. El fruto del peral, la pera, es muy apreciado en el mundo de la gastronomía, pero más específicamente, en la repostería.
¿Cuándo se pueden hacer las plantas de peral?
Aunque se pueden realizar en cualquier época del año, lo normal es hacerlas a finales del mes de agosto, cuando el peral apenas tiene actividad a causa de las elevadas temperaturas. Se hace para controlar el crecimiento de los chupones o retallines, eliminando los que no son aprovechables para el peral.