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¿Cuáles son los beneficios de la judía mungo?
La judía Mungo destaca por su riqueza y variedad en minerales, es rica sobre todo, en magnesio, también aporta dosis considerables de hierro, y es una buena fuente de fósforo, potasio, cobre, calcio y selenio.
¿Cómo se comen las judías?
Pero la manera más corriente de consumirlas en Occidente es en ensalada de brotes, que se comen crudos o algo cocidos y se pueden preparar en casa de forma muy sencilla. Al germinar, las judías multiplican su concentración de nutrientes y se predigieren.
¿Qué beneficios tiene la judía verde en la alimentación?
Gracias a su composición nutricional, la presencia de judía verde en la alimentación solo tiene consecuencia positivas. La abundancia de proteínas, energía y micronutrientes la convierte en un alimento ideal en las etapas de crecimiento, porque contribuye al desarrollo de los tejidos y órganos.
¿Qué beneficios tiene la cáscara de las Mungo?
La cáscara de las mungo también aporta una dosis importante de fibra (16\% del peso), indispensable para regular la velocidad del tránsito intestinal y para alimentar la flora bacteriana que interviene en la asimilación de nutrientes y en el sistema inmunitario.
¿Cuáles son los diferentes tipos de judías mungo?
Mungo. Las judías mungo son típicas de Asia y las hay de distintos tipos y colores, destacando las variedades verdes, negras y rojas. Pequeñas y redondeadas, destacan por su alto contenido en proteínas, sabor suave y cocción rápida, que rara vez necesita remojo previo.
¿Cómo se llaman las judías pintas?
Su textura es algo harinosa y son perfectas para guisos y potajes, como las clásicas con chorizo en España o los chilis, feijoadas y platos criollos. En nuestro país destacan las de Gernika. En ocasiones se llaman judías pintas a otras veteadas, como las tipo borlotti.
¿Dónde se cultivan las judías secas?
En 2017 se alcanzó el máximo histórico europeo, con más de 600 ml toneladas cultivadas, destacando la producción de Lituania, Irlanda y Polonia. En España, donde más se cultivan judías secas es en Castilla y León y Galicia, mientras que en Adalucía destaca la producción de habas.
