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Se trata pues de hacer un contrato que funde un orden social o civil que atienda exclusivamente a suplir esas carencias del estado de naturaleza, es decir, aplicar una justicia o una autoridad que diga, en caso de choque entre dos individuos, qué se debe hacer.
El contrato social fue un libro escrito por Jean-Jacques Rousseau en 1762. Quizás esta forma de pensar tiene que ver con la idea de Rousseau de que el ser humano nace libre, aunque no todos seamos iguales; ya que, según él, unos nacen para gobernar y otros para ser gobernados.
¿Cuál es el objetivo del contrato social de Rousseau?
El primero es El contrato social (1762), en el que Rousseau afirma de forma contundente: «Lo que pierde el hombre por el contrato social es su libertad natural y un derecho ilimitado a todo cuanto le tienta y que puede alcanzar; lo que gana es la libertad civil y la propiedad de todo cuando posee» (Rousseau, 1985, p.
Locke propone la idea del contrato social, pero a diferencia de Hobbes que lo emplea para garantizar la seguridad y la libertad de los asociados por medio de un soberano absoluto, lo utiliza para mantener que el gobierno legítimo sólo puede surgir del consentimiento de las personas a él sujetas (Goldwin, 1993: 472).
El concepto de contrato social de Thomas Hobbes El primer filósofo moderno que articuló una teoría contractualista detallada fue Thomas Hobbes (1588-1679). Hobbes escribió su obra cumbre, Leviatán (1651), en un período de guerra civil en Inglaterra donde se discutió quién debía ocupar la soberanía, el Rey o el Parlamento.
¿Por qué no renuevan los contratos de alquiler social?
Y el alquiler social, el alivio de poderse quedar en la vivienda pagando una pequeña renta. Tres años después, aquellos contratos de alquiler han finalizado y las mismas entidades que intentaron echar a las familias, ahora no les renuevan los contratos. O sí, pero a precios de mercado que no pueden asumir.
John Locke (1632-1704) recoge su visión del contrato social en su principal obra, Dos ensayos sobre el gobierno civil (1690). La idea de naturaleza humana en Locke es cristiana: el hombre es una criatura de Dios, por lo que el hombre no puede destruir su vida ni la de los demás hombres pues no le pertenece, sino que le pertenece a Dios.
Publicada en 1762 en París bajo el título original de Du contrat social ou Principes du droit politique (Del contrato social o Principios de derecho político), en esta obra Rousseau expuso su forma de entender el necesario proceso creador de la convivencia social, basada en los principios de la democracia.