¿Cómo cuidar un jacinto en maceta?

Al momento de cuidar jacintos es importante vigilar que la tierra nunca esté seca. Por lo que lo más recomendable es regarla cada dos o tres días. Esta planta no necesita el uso de fertilizantes. De igual modo hay que cuidar el exceso de humedad, ya que mucha agua puede hacer que la planta se pudra.

¿Cuándo se seca la flor del jacinto que se puede hacer?

No hay que hacer nada. Es el bulbo más agradecido cuando se tiene un balcón o terraza. Hay que cortar la flor una vez se haya marchitado y dejar que las hojas sigan haciendo la fotosíntesis.

¿Cuándo sacar los bulbos de jacintos?

Es importante saber qué hacer con los bulbos de narciso, jacinto y tulipán después de la floración. Primero, conviene saber que los bulbos deben dejarse en la maceta una vez se han pasado las flores. Lo ideal es retirarlas cuando ya estén marchitas, sin esperar a que hagan fruto y pierdan así energía.

¿Cómo plantar jacintos en una maceta?

Cubre con tierra, asegurándote de que toda la superficie del bulbo esté en contacto con la tierra. Recuerda no dejar ninguna bolsa de aire alrededor del bulbo y presiona levemente con el pie. Riega ligeramente después de la plantación. ¿Cómo plantar jacintos en una maceta?

¿Cómo colocar un Jacinto en el jardín?

Si estás buscando un emplazamiento adecuado para colocar tu jacinto en el jardín, ten en cuenta que le gusta tener suficiente luz solar, pero sin estar expuesto a pleno sol durante horas y horas. En el jardín esta planta tiene un sinfín de utilidades: puedes plantarla para crear borduras o también para formar parte de arriates muy coloridos.

¿Qué tipo de planta es el Jacinto?

El Jacinto es una planta bulbosa perenne originaria del Mediterráneo oriental. Pertenece a la familia de las Hyacinthaceae (aunque se la conoce más por su clasificación anterior, dentro de las Liliaceae).

¿Cómo se cultivan los jacintos?

Puede que lo desconozcáis pero, para el cultivo de los jacintos existen las jacinteras, unos pequeños recipientes de cristal. Estos se rellenan con un poco de agua y se le añade una cucharadita de sal común o un trozo de carbón vegetal.