¿Cómo aislar suelo de humedad?

Posibilidades para aislar el suelo de la humedad La más habitual es usar un aislante específico para suelos. Se trata de una base que se coloca bajo el suelo final de la casa y tiene una gran resistencia térmica y propiedades impermeabilizantes y de anti-condensación, por lo que resulta muy eficaz.

¿Cómo aislar piso flotante?

El aislante para tarimas flotantes es una espuma, generalmente de polietileno, que se compra en formato de rollos o planchas. También se puede usar polietileno reticular o polietileno con hoja de aluminio laminado o corcho.

¿Cuándo colocamos un aislamiento reflexivo multicapa?

Los aislamientos multicapa reflexivos son idóneos para instalarse en paredes y en cubiertas (tejados). Aunque son únicamente dos superficies, en realidad estos conceptos también engloban aislar tabiques, aislar fachadas y aislar tejados de todo tipo, tanto cubiertas inclinadas como planas.

¿Cómo aislar los suelos?

No todos los tipos de suelos se pueden aislar de una manera rápida y efectiva. La técnica más habitual es el Aislamiento Insuflado, es decir, la inyección de material aislante a granel mediante unas perforaciones practicadas en el mismo suelo. Es la única técnica que permite aislar el suelo sin desmontarlo. Aislamiento Térmico de suelos

¿Cómo aísla el suelo de tu casa?

AislaTermic Suelos también aísla de ruidos de impacto. Cualquier sonido producido por impactos contra el suelo de tu casa (como el que hacen las mascotas, los tacones, etc., ) se disminuirán significativamente hasta ser prácticamente imperceptibles.

¿Qué es un aislamiento específico para suelos?

Un aislamiento específico para suelos AislaTermic Suelos es un aislante térmico reflexivo especialmente indicado para suelos, y dadas su resistencia térmica, sus propiedades impermeabilizantes y anti-condensación, es muy eficaz desde el momento en que se instala. Saber más de AislaTermic Suelos

¿Cómo aislar un suelo sin desmontarlo?

No todos los tipos de suelos se pueden aislar de una manera rápida y efectiva. La técnica más habitual es el Aislamiento Insuflado, es decir, la inyección de material aislante a granel mediante unas perforaciones practicadas en el mismo suelo. Es la única técnica que permite aislar el suelo sin desmontarlo.