¿Cómo lidiar con un supervisor difícil?
6 consejos para lidiar con un jefe difícil
- Define tus valores y tu valor diferencial. Destaca en los valores que más te definen, como por ejemplo en: puntualidad y un trabajo profesional.
- Relación de respeto.
- Honestidad.
- Nunca ser adulador.
- El chismoso cae mal.
- Si el jefe grita, no grite.
¿Cómo hacer para lidiar con tu jefe?
8 tips para manejar a un jefe exigente
- ¿ Pensando cómo lidiar con tu jefe?
- Prepárate y da un paso adelante.
- Evita el conflicto.
- Crea una lista de soluciones.
- Deja ir aquello que no puedes controlar.
- La comunicación es clave.
- Construye puentes a partir de las fortalezas.
¿Cómo decirle a tu jefe que es mal jefe?
Plantea la situación por escrito antes del hecho — Siempre que puedas, escribe en un correo con el plan que utilizarás para abordar a tu jefe. Cuando anticipes tener conversaciones delicadas, siempre es bueno respaldar tus intenciones a través de un medio escrito.
¿Cómo responder cuando tu jefe te llama la atención?
Aunque los ánimos se bajen y se sienta ‘tenso’ el ambiente en tu oficina, cuando tu jefe te llame la atención debes ser asertivo y aprender de cada corrección, claro está, sin que dejar que te falten al respeto. De esta forma garantizas que puedas desempeñarte mejor en el futuro.
¿Cómo lidiar con un jefe arrogante?
Uchiyama sugiere tres formas de lidiar con esa arrogancia:
- Da un paso atrás. Deja que alardeen todo lo que quieran; simplemente, mira para otra parte o aléjate.
- Simplemente di: «De acuerdo». Sonríe y aléjate.
- Haz una broma.
¿Cómo obtener el control de una emoción?
Por otra parte, en algunos momentos tratamos de obtener el control pero lo hacemos siguiendo estrategias poco adecuadas. Tendemos a reprimir el sentimiento, a ignorarlo, a negarlo o a forzarnos a hacerlo desaparecer. Irónicamente cuando tratamos de huir de una emoción, esta encuentra el camino para manifestar con mucha mayor fuerza.
¿Cómo manejar una emoción?
La realidad es que la clave para manejar una emoción no es rodearla sino atravesarla. Para desprendernos de la tristeza hemos de sentirla, darle espacio, escucharla. Para librarnos del miedo hemos de hacerle frente. Si queremos terminar con la ira hemos de encontrar una manera de canalizarla.
¿Cómo reducir la intensidad de la emoción?
Es necesario dar tiempo y espacio a nuestros sentimientos para que, simplemente, sean. Permitirnos sentir en plenitud ayuda a reducir la intensidad de la emoción: cuando llegue, déjala estar y se marchará. Pero, además, esto nos proporciona la oportunidad de reflexionar que mensaje nos trae esa emoción.
¿Cómo relacionarnos con nuestras emociones?
Por lo general las personas no tenemos una idea clara de cómo relacionarnos con nuestras emociones. La mayor parte del tiempo simplemente caemos presas de su intensidad, sintiendo algo que nos incomoda y desagrada y actuando de formas que, fríamente, no escogeríamos.