¿Qué diferencia hay entre aguas subterráneas y aguas superficiales?

Contamos con tres tipos de agua superficial: el agua que corre por escorrentías, la que se encuentra almacenada en un lago natural o artificial y la que está en estuarios. En el caso de las aguas subterráneas hablamos de aguas que forman parte del nivel freático, bien sea en un pozo o en acuífero bajo tierra.

¿Qué tipo de aguas son más sencillas de limpiar las superficiales o las subterráneas?

Es mucho más fácil y barato no contaminar el agua superficial que limpiarla. Para limpiar el agua subterránea, se debe limpiar el agua. Además, se debe limpiar la roca y el suelo por el cual se mueve.

¿Qué importancia tienen las aguas subterráneas para las aguas superficiales?

Las aguas subterráneas son muy importantes como recurso hídrico ya que constituyen la mayor reserva de agua dulce accesible. Su papel en el ecosistema es esencial pues mantienen manantiales, lagos, lagunas, humedales y caudales de ríos. Además, regulan el agua dulce y marina en los acuíferos costeros.

¿Cómo es la calidad de las aguas subterráneas?

En general, la calidad del agua subterránea, tanto para riego, como para uso doméstico e industrial, es buena.

¿Qué tipo de aguas son más fáciles de contaminar las superficiales de lagos ríos y mares o las subterráneas?

En definitiva, son más fácilmente contaminables las aguas superficiales.

¿Cómo se limpian las aguas superficiales?

Los métodos domésticos habituales, como hervir agua o usar un filtro de carbón activado, pueden eliminar algunos contaminantes del agua.

¿Qué importancia tienen las aguas subterráneas en los ecosistemas?

El agua subterránea constituye un recurso del subsuelo que brinda oportunidades de desarrollo a la sociedad, además de ser una alternativa para consumo humano en las zonas con demanda de agua potable y útil para llevar a cabo proyectos agroindustriales, mineros y de hidrocarburos.

¿Cómo se evalúa la sostenibilidad del agua subterránea?

A través de los años, la evaluación de agua subterránea se ha basado en el cálculo de la recarga y la consiguiente limitación de la cantidad permisible de bombeo a esta cantidad. A esta práctica se la ha denominado la determinación del «rendimiento seguro».