Que pasa si se considera la orbita geoestacionaria como un recurso natural?

¿Qué pasa si se considera la órbita geoestacionaria como un recurso natural?

La Órbita Geoestacionaria es un recurso natural ubicado en la línea ecuatorial del espacio ultraterrestre, donde gracias a su excentricidad orbital de cero es posible ubicar los satélites artificiales de diversos usos, entre ellos, las telecomunicaciones.

¿Qué es la órbita geoestacionaria y que importancia tiene?

Las órbitas geoestacionarias son útiles debido a que un satélite parece estático respecto a un punto fijo de la Tierra en rotación. Se utiliza una órbita de transferencia geoestacionaria para trasladar un satélite desde órbita terrestre baja hasta una órbita geoestacionaria.

¿Cuál es el periodo de revolución de un satélite geoestacionario?

Los satélites de comunicaciones son geoestacionarios, es decir, describen órbitas ecuatoriales en torno a la Tierra con un período de revolución de 1 día, igual al de rotación de nuestro planeta.

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¿Por qué hablar de satélites?

En definitiva, hablar de satélites es hablar de la modernidad de nuestras comunicaciones, investigaciones e incluso seguridad. Sin embargo, aunque hacen parte de nuestro día a día, poco se sabe de su funcionamiento.

¿Qué necesita un satélite para salir de la Tierra?

La respuesta está en los cohetes. Lo primero que necesita un satélite y su cohete para salir de la Tierra es velocidad, y claro, muchísimos cálculos matemáticos. Una vez la nave sale de la atmósfera, se ubica en cierta posición y comienza a orbitar la tierra.

¿Cómo se sostienen los satélites?

¿Cómo se sostienen los satélites? La gravedad y la inercia son fundamentales para que los satélites permanezcan en órbita. ¿Alguna vez te has preguntado cómo es posible que los satélites no se caigan del espacio a la tierra? En la Universidad de los niños EAFIT nos preguntamos esto y aquí está la respuesta.

¿Cuál es el tamaño de un satélite?

¿Cuál es el tamaño de un satélite? Los satélites pueden pesar desde algunos kilos hasta toneladas. Si piensas en un satélite, tal vez la primera imagen que se te viene a la cabeza sea la de un enorme aparato de un material resistente y que pesa toneladas. Pero no todos son así.

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